Frente al escenario del mundo, aquel ser de belleza inigualable, extiende sus alas y de ellas salen mariposas serpenteando sombras animadas.
Un solo de violín sale a escena y derrama delicadamente susurros de oro cristalizados. El piano entra enseguida,con agresivas y elegantes notas que nos hablan de nuestros deseos más ocultos.
Lo acompañan como quien rasga los cielos con truenos y relámpagos la orquesta; hasta entonces todos los sonidos se hermanan y embelesan grandemente el corazón de los oyentes.Aquel querubín protector abre su garganta, de ella salen cuchillos que cortan el aire y gotas de rojo carmesí invaden al auditorio. Luces de bengala salen del escenario y como si fueran luciérnagas de fuego; dan vistosidad al gran personaje.
Los instrumentos parecen emitir cantos angelicales y los músicos parecen simular seres de luz.
La sinfonía llega a la cúspide y aquel ser de hermoso semblante cubierto de esmeraldas, topacio y jaspe canta a gran voz y su canto parece un manto diamantino lleno de estrellas. De su cuerpo brotan pájaros de vistosos plumajes y su pecho parece contener la fuerza de todos los mares.
El público de pie aplaude, grita frenéticamente
mientras aquel ser acabado en hermosura se siente grande,
se siente completamente omnipotente,
cree ser DIOS ;
PERO NO LO ES
Alguien manso y humilde de corazón le ha aplastado la cabeza.
Ezequiel
28:19
Todos los que te conocieron
de entre los pueblos
se maravillarán sobre ti;
espanto serás,
y para siempre
dejarás de ser.
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