metamorfosis divina

Aquel lugar olía a queso rancio y aunque la oscuridad era densa podía divisarse cierta claridad y era porque a lo lejos una pisca de luz se dispersaba  débilmente en aquel agujero negro.

También había un silencio de ultratumba,  podía sentirse incluso la presencia de la muerte entrando fría y fulminante en los pulmones.

En ese lugar no había relojes que nos remitiera al tiempo, así que las horas y los años eran simples granos de arena con los que juega  el viento.

Pero un leve movimiento rompió con aquel  hermético lugar, el silencio dejo de dominar el ambiente y pudo escucharse un leve suspiro;  además que aquella pisca de luz había tomado una dimensión mayor. Parecía una luciérnaga pues de repente aquella chispita de luz desaparecía algún tiempo para luego surgir con mas intensidad. Mientras aquel renuevo de luz avanzaba y crecía algo se inquietaba dentro de aquel lugar pues después del leve suspiro se escucharon algunos gruñidos.

Algo realmente asombroso parecía suceder ahí adentro. La luz comenzó a tomar fuerza con rapidez, ya se lograba ver la silueta de un animal. Digo animal pues todo su cuerpo estaba cubierto de pelos . aquella figura rasgaba las paredes con uñas curvilíneas como intentando escapar, de huir de aquel pedazo de luz que avanzaba amenazador.

Aquella masa deforme comenzó a golpear  las paredes y  a emitir alaridos nunca antes escuchados por oído humano. Se mostraba desesperado  lleno de confusión. Después de patalear , llorar y morder , de gemir , protestar  y convulsionarse. Quedo inerte como un saco de papas, enteramente muerto; tirado en el suelo.

La luz  pudo alumbrar por completo  aquella bestia  y yo pude reconocer  por fin quien era aquel personaje tan repugnante. La luz era intensa  y no había en ella ninguna variación o puntos oscuros que pudieran divisarse.

Fue entonces que pude reconocerme en aquel salvaje;  pero más que asustarme pude sentir paz , pues el viacrucis de mi vida había terminado, aquel viejo hombre había desaparecido, para dar paso al nuevo: a 
Cristo Jesús