El Cantar de los Cantares
4:16
Levántate, Aquilón, y ven, Austro;
Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas.
Venga mi amado a su huerto,
Y coma de su dulce fruta.
Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas.
Venga mi amado a su huerto,
Y coma de su dulce fruta.
Vengo a ti
Desde siempre
Desnudo de tiempo
Cubierto de
palabras
Mis labios recitan letanías
mientras los minutos
dejan caer pétalos delicados sobre tu
cuerpo
Húmeda corre la sabia
en tus
relieves
Y aquel huerto de flores de alheñas y
nardos
estallan en mi boca con el sabor de
la granada
Tú no dices nada
De tu pecho de ave
un temblor sacude sus alas
Y la noche nos cubre
en la intimidad de sus entrañas.
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