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la poesia del perdon



En aquel lugar
La oscuridad
que baja hasta los ojos
son cuervos
que destilan tintura espesa y negra
en la altitud del calvario.

Escurre vinagre
de la boca sedienta
hilillos finos de miel
se desprenden
y en el suelo
forman grumos de tierra.

La multitud sin importarle
pisan la sustancia del perdón
Juegan el eterno juego del más fuerte:
Humillando
Escupiendo

Asimismo;
Se les ve en la metrópolis
echan a la suerte vidas
que no les pertenecen.

Pican el costado de inocentes hermanos
y en supremas cortes de justicia
hacen fiesta democrática
con los cuerpos mutilados

Avanzan llenos de rabia
y con hocico sangrante.

Demandan señales del cielo
para poder creer.

Arengan
con ojos desorbitados
desde el gólgota
de sus corazones
podridos.

1 comentario:

roamhery dijo...

me ha conmovido este poema, no se quien lo ha escrito pero se siente en toda la magnitud de sus linea un aroma que perfuma el alma.