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LA DISCIPLINA un tesoro incalculable




escrito por palabralimpia

Efesios
5:1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

Es fácil salir corriendo en busca de las promesas de nuestro PADRE, abrir nuestra imaginación ante tal tesoro de bendiciones que nos depara por el simple  hecho de ser sus hijos; y es tanta nuestra prisa que pareciera que ya hemos gastado nuestra herencia antes de recibirla.
Clamamos exigentes, no por unas cuantas cosas, si no que como un niño nos desbocamos en pedir tantas cosas, sin  meditar para que nos pueden servir. Pedimos por pedir, simple y sencillamente porque sabemos que tenemos un PADRE amoroso, justo, tardo para la ira y porque   DIOS ama a sus hijos.

Nuestro PADRE DIOS, a pesar de tantos pedidos y ruegos, muchas veces sin sentido, incongruentes e irracionales. Nos escucha con un corazón henchido de amor. Nos abrasa, nos envuelve entre sus brazos y nos besa con un fervor de padre enamorado de su pequeño hijo. Ríe a veces por tantas ocurrencias pero  aun así,  nos acaricia con su amor eterno pues está dispuesto a hacer de nosotros un hombre pleno y feliz. Sin que nada, absolutamente nada,
 LE FALTE.

1 Pedro 1:23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 
1:24 Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; 1:25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. 

Quién más que DIOS para saber las consecuencias desastrosas de la las banalidades del mundo. Aquello que al final terminara tronchado como hoja seca en manos del implacable tiempo.
En ese sentir, nuestro Padre nos alimenta con su palabra para darnos una vida plena y llena de crecimiento. El sabe del miedo que provoca las fauces de aquel león rugiente que nos acusa. Por eso en medio de este mundo lleno de dolor donde el pecado parece reinar; busca darnos nuestra mejor herencia, aquel tesoro inagotable y eterno: la permanencia de su Palabra en nuestros corazones.

 Segunda de corintios  3:17-18:el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu.
 El PADRE cuida a su hijo con gran celo; pues desde antes de la fundación del mundo nos ha apartado para EL, para que el pecado ya no se enseñoree de Nosotros.  Por lo tanto el amor del PADRE sobrepasa todo entendimiento humano, pues para protegernos del mal. Ha decidido estar lo más cerca de nosotros: en el centro mismo de del corazón; desde ahí somos trasformados de gloria en gloria en la misma IMAGEN. Ser como Jesús es la manera de restaurar la imagen de DIOS en la cual fuimos creados, pero que perdimos por causa de la desobediencia.   
Es así que DIOS nos guía, nos educa, nos disciplina. El hará (no nosotros) que caminemos en sus estatutos y guardemos sus mandamientos, aun asi tenga que corregirnos con mano dura cualquier relación que tengamos con el pecado. Y es que todo nos es licito , menos una cosa EL PECADO.
Donde brille los ojos vidriosos del mal, DIOS se revelara con gran fuerza: contra toda impiedad de los hombres que detienen con injusticias la verdad (romanos1:18)
¡Cuánto más con sus hijos a quienes ama con un amor profundo y justo!

Hebreos 12
1.   Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

La carrera del cristiano es diferente a la carrera del atleta, pues este ultimo al terminar la carrera volverá a todo aquello de lo cual se ha despojado; en cambio un hijo de DIOS en esta carrera, se despoja totalmente de todo peso y pecado que lo asedia de una vez y para siempre; además los atletas luchan con atletas que tienen las mismas posibilidades de ganar. Por lo tanto nuestro PADRE  sabe que este andar es más que esforzarnos con la carne pues nuestra lucha no es contra carne o sangre sino contra potestades y principados, contra los GOBERNADORES DE LAS TINIEBLAS DE ESTE SIGLO.(efs6:12).

Es así que gran trabajo tiene nuestro Padre celestial para con sus hijos. Debe inspirar nuestro corazón, debe guiar con exactitud nuestros pasos sin despojarnos de su amor y sin contradecir su justa justicia. Debe levantarnos cuando queramos renunciar y motivarnos cuando avancemos cada vez más en el espíritu. Así de ese tamaño es su amor y su gran misericordia con sus hijos  Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo.

Por lo tanto Dios nos ha provisto del  gran tesoro de la disciplina, un tesoro que no tiene que ver con el confort y la inmediatez,  un tesoro que hará de nosotros  hombres y mujeres  dispuestos a servirle, llenos de plenitud, alejados de los tesoros donde la polilla y el orín corrompen.                 
 MARCOS 8:36. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?.


 Hebreos 12:11: Es verdad que NINGUNA disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

La disciplina es el tesoro al que muchos rehúyen, por no poseer a primera vista  el brillo del metal, ni se le ve desbordante de piedras preciosas que acaricien la vista y agiten los sentidos; al contrario es opaco y lleno de un halo de tristeza que recorre toda el alma hasta hacerla estremecer de arrepentimiento. no es el vuelo glorioso del águila si no la cabeza gacha y quebrantada.

Es por eso que cuando llega a nosotros queremos huir, salir despavoridos. No vemos su valor, ni presentimos las riquezas incalculables que hay en ser disciplinados, nuestros miedos no nos dejan ver la gracia, el tesoro más preciado que puede darnos nuestro PADRE. Pero después ¡si¡ después que en nuestro caminar hemos sido ejercitados entonces solo ahí podemos ver el rostro refulgente de Cristo palpitando en nuestro interior.

Es cuando caemos rendidos a sus pies y podemos exclamar como el salmista:     SALMO 119:71. Bueno me es haber sido humillado,Para que aprenda tus estatutos.

Tomemos ese tesoro con gozo porque como dice la palabra: FILIPENSE 1:6. estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

2 comentarios:

UriasHeteo dijo...

En su sentido original, la disciplina que se refiere a la instrucción sistemática dada a discípulos para capacitarlos como estudiantes en un oficio o comercio, o para seguir un determinado código de conducta u "orden". A menudo, la frase "disciplina" tiene una connotación negativa. Esto se debe a la ejecución forzosa de la orden - es decir, la garantía de que las instrucciones se lleven a cabo - a menudo es regulada a través de castigo.

Uso

Disciplinar significa instruir a una persona a seguir un determinado código de conducta u orden. En el campo del desarrollo del niño, la disciplina se refiere a los métodos de formación del carácter y de la enseñanza de auto-control y de un comportamiento aceptable, [1] por ejemplo, enseñar a un niño a lavarse sus manos antes de las comidas. Aquí, lavarse las manos antes de las comidas es un patrón particular de comportamiento, y el niño está siendo disciplinado para adoptar ese patrón. Para la disciplina también da lugar a la palabra disciplinador, lo que denota una persona que impone orden.

"Sin disciplina no hay nada de qué enorgullecerse". (Richard L. Kempe)

Sin embargo, por lo general el término "disciplina" tiene una connotación negativa. Esto se debe a la necesidad de mantener el orden - es decir, que las instrucciones de garantizarlo se lleven a cabo. El orden es a menudo regulado a través del castigo. [2]

Ser disciplinado es entonces, sujeto al contexto, ya sea una virtud (la capacidad de seguir instrucciones en forma correcta) o un eufemismo para el castigo (que también puede ser denominado como "procedimiento disciplinario"). Como sustantivo concreto, la disciplina se refiere a un instrumento de castigo, por ejemplo, en la mortificación de la carne (ver también: flagelación). Este instrumento también se puede aplicar a uno mismo, por ejemplo, en penitencia por no ser lo suficientemente disciplinados.

palabra limpia dijo...

gracias hermano por la contribucion de tus palabras